Malestar con la organización
El Club Náutico de Boiro Marina de Cabo de Cruz hizo público ayer su malestar con la organización de la regata Rías Baixas-Martín Códax al considerar que no cumplió su palabra. Según explican en la entidad barbanzana, los responsables de la cita náutica se comprometieron a colocar una boya de desmarque muy cerca del muelle boirense para facilitar la visibilidad a los aficionados. Este compromiso está por escrito, después de que la organización de la prueba descartase a Cabo como puerto de llegada de una etapa.
El origen de este malestar surgió durante la tarde de ayer cuando se descubrió que dicha boya de demarque estaba situada a más de una milla de la costa crucense, lo que dificultaba mucho a los aficionados poder ver en condiciones este espectáculo deportivo.
La falta de viento retrasó la llegada de los veleros a puerto por segundo día
El 50 aniversario de la regata más importante de Galicia está condicionado por la falta de viento. Algo anormal en Galicia. Aunque sea verano. Esta es la realidad con la que se están encontrando los más de 80 veleros inscritos este año en la Rías Baixas-Martín Códax. La de ayer fue una etapa que salió con media hora de retraso del náutico de Sanxenxo, lo que condicionó los horarios de todo el día. A este hecho hay que sumar la demora acumulada por la falta de viento, que en el mejor de los casos no pasó de los seis nudos.
Especialmente difícil se hizo la navegación al abandonar la ría de Pontevedra. Los barcos de menor tamaño fueron los que peor lo pasaron para avanzar sobre el agua. La llegada a la boya de desmarque de Cabo fue sobre sobre las cinco de la tarde. A partir de ese momento, la sucesión de veleros con destino al puerto de A Pobra fue continua. La etapa de ayer tenía un recorrido de 25 millas, 18 en el caso del Grupo 3 y la Clase Open.
El Club Náutico de Boiro Marina de Cabo de Cruz hizo público ayer su malestar con la organización de la regata Rías Baixas-Martín Códax al considerar que no cumplió su palabra. Según explican en la entidad barbanzana, los responsables de la cita náutica se comprometieron a colocar una boya de desmarque muy cerca del muelle boirense para facilitar la visibilidad a los aficionados. Este compromiso está por escrito, después de que la organización de la prueba descartase a Cabo como puerto de llegada de una etapa.
El origen de este malestar surgió durante la tarde de ayer cuando se descubrió que dicha boya de demarque estaba situada a más de una milla de la costa crucense, lo que dificultaba mucho a los aficionados poder ver en condiciones este espectáculo deportivo.
La falta de viento retrasó la llegada de los veleros a puerto por segundo día
El 50 aniversario de la regata más importante de Galicia está condicionado por la falta de viento. Algo anormal en Galicia. Aunque sea verano. Esta es la realidad con la que se están encontrando los más de 80 veleros inscritos este año en la Rías Baixas-Martín Códax. La de ayer fue una etapa que salió con media hora de retraso del náutico de Sanxenxo, lo que condicionó los horarios de todo el día. A este hecho hay que sumar la demora acumulada por la falta de viento, que en el mejor de los casos no pasó de los seis nudos.
Especialmente difícil se hizo la navegación al abandonar la ría de Pontevedra. Los barcos de menor tamaño fueron los que peor lo pasaron para avanzar sobre el agua. La llegada a la boya de desmarque de Cabo fue sobre sobre las cinco de la tarde. A partir de ese momento, la sucesión de veleros con destino al puerto de A Pobra fue continua. La etapa de ayer tenía un recorrido de 25 millas, 18 en el caso del Grupo 3 y la Clase Open.
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