El Club Náutico Boiro es el único que obtuvo la enseña este año en la ría de Arousa.
Para el presidente de la entidad, Manuel Fajardo, es reflejo de la alta calidad de los servicios que ofrecen, si bien es cierto que las exigencias que impone la Adeac para obtener la bandera son muy altas, reconoce. Entre las propuestas que realizan, hay cursos e iniciativas medioambientales de apoyo al deporte o dirigidas a escolares y se potenciarán las actividades submarinas.
«Vale a pena o esforzo porque iso retorna en calidade para o Náutico», señala Fajardo, quien hace también hincapié en que no solo es positivo a nivel turístico, sino también económico, teniendo en cuenta el volumen de tránsitos europeos que tienen.
Las pierden el Náutico de Ribeira y el Náutico de Vilanova
El triplete que hasta ahora mantenía el área barbanzana en banderas azules para sus puertos deportivos ha perdido este año una de sus patas, el Club Náutico Ribeira. A pesar de haberse solicitado la acreditación, no se llegó a obtener tras recibir un requerimiento sobre sus actividades medioambientales, que esta vez resultaron insuficientes para el jurado presidido por Adeac.
«Aunque la bandera no ondee en el mástil seguiremos actuando lo mejor posible y prestando servicios», indicaba el presidente de las instalaciones ribeirenses, José Luis Torres Colomer.
De entrada, para el año, se planea implantar un servicio de alquiler de bicis.
En la otra cara de la moneda está el Real Club Náutico Portosín, que obtuvo por vigesimoquinto año consecutivo la acreditación. «Somos el único puerto deportivo de Galicia que la tiene desde su implantación, hace 25 años», destaca el comodoro sonense, Fernando González. Para celebrar estas bodas de plata organizarán un acto especial coincidiendo con la izada de la bandera azul para los socios, que se celebra el último sábado de julio.
Fernando González admite que las condiciones de la Adeac son de «una exigencia alta» aunque, «para nosotros supone más una cuestión de prestigio» para atraer a más socios y tránsitos extranjeros que un esfuerzo, dice, ya que la mayoría de esos requisitos entran dentro de las garantías que reconocen los distintivos ISO y EMAS que ya ostentan.
