El Encontro de Embarcacións Tradicionais ha convertido Cabo de Cruz en una puerta abierta al pasado. También el deporte se ha visto envuelto en esta marisma vintage. Ayer se disputó en aguas boirenses la segunda Regata de Velas Cangrexas, donde las clásicas naves recuperaron el papel protagonista.
Participaron doce embarcaciones, que salieron del muelle de Cabo a las doce de la mañana. Un viento de unos catorce nudos impulsó a las naves durante el comienzo de la prueba, aunque fue remitiendo según evolucionaba la mañana.
Irmandinha quedó en primer lugar, comandada por José Garrido, de la asociación Amiga da Dorna Meca. Fernando Pombo, tras el timón de Airexa, se tuvo que conformar con el segundo puesto. A pesar de que en la edición anterior había quedado primero esta vez no pudo mantener el trofeo. Lavanqueira, capitaneada por Santiago Mougán, cerró el podio en tercer lugar.
La jornada se desarrolló sin mayores incidencias. Los organizadores de la prueba se mostraron contentos por como transcurrió la mañana. Confesaron que esta nueva edición ha contado con más embarcaciones que la anterior, por lo que esperan que la próxima sume todavía un mayor número de asistentes.
Las dornas de topa fueron las dominadoras de una competición en la que incluso un barco vikingo tomó las aguas boirenses. La tradición que ha recuperado el Encontro de Embarcacións Tradicionais se convirtió en una bella competición durante la mañana de ayer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario